Estamos inmersos en un profundo cambio en el modelo de entendimiento de las enfermedades. Se innova a partir de los resultados en investigación. Hay que innovar en redefinir las enfermedades, en abordarlas de otra manera.
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El Foro Nacional de Innovación en Ciencias de la Salud 2021 evidencia que estamos ante un proceso innovador revolucionario, disruptivo.
El Foro Nacional de Innovación en Ciencias de la Salud 2021, celebrado este miércoles, es el primer gran acto presencial organizado por la Fundación Bamberg tras el Covid-19. Allí se comprobó que estamos ante un proceso innovador revolucionario; disruptivo, en el que los cambios se van a ir acelerando conforme los descubrimientos y el conocimiento avanzan retroalimentados.
Para conocer y debatir sobre ello, convocaron a las más altas autoridades sanitarias, a los responsables de la transformación digital de la Sanidad, a expertos en Inteligencia Artificial y Big Data, a responsables de las infraestructuras hospitalarias y equipamiento médico y a representantes de la innovación terapéutica biotecnológica y farmacéutica. Se analizaron cuáles son las claves de una innovación que nos llevará a una nueva medicina y a una transformación de nuestro Sistema Sanitario.
La palabra más repetida fue innovación. Ignacio Para Rodríguez-Santana, presidente de la Fundación Bamberg, destacó que innovación en ciencias de la Salud es la innovación tecnológica. "Estamos inmersos en un profundo cambio en el modelo de entendimiento de las enfermedades", sostuvo. Las innovaciones nos llevan a la aplicación de una nueva medicina. Se innova en la clínica y en la asistencia sanitaria, en la prevención y en la gestión de los centros sanitarios. Se innova a partir de los resultados en investigación. "Hay que innovar en redefinir las enfermedades, en abordarlas de otra manera", dijo. En el ámbito tecnológico y de la digitalización, el proceso de innovación se ha acelerado. Se innova porque estamos en un proceso competitivo. Hoy nos movemos en un mundo globa y la innovación se produce casi a diario.
Enrique Ruíz-Escudero, consejero de Sanidad de Madrid, alabó que la innovación tecnológica en Sanidad repercute en la mejora de la vida de las personas. Aseveró que esto marcó la respuesta al Covid-19. Coincidió en que el virus ha acelerado el proceso de esta digitalización. Añadió que disponer de infraestructuras también es esencial, por lo que su Comunidad ha reservado presupuesto para ello, para que Madrid "siga siendo referente nacional". Alegó que seis de los diez mejores hospitales están en la región y que cinco de cada seis MIR elige Madrid. Su objetivo es incorporar innovaciones tecnológicas que nos dirijan a un modelo más predictivo y preventivo.
El primer panel trató los retos de la Innovación Sanitaria. Juan Abarca Cidón, presidente del grupo HM Hospitales, señaló que hay que tener claro para qué se quiere la innovación y traducirla en eficiencia. Es decir, debe tener una finalidad. La gran meta es hacer la medicina más social. La ciencia del dato lo facilitará. Pedro Rico, director general del grupo de hospitales Vithas, justificó que son necesarias la sostenibilidad y la evaluación en este proceso.
Enrique de Porres, consejero delegado de Asisa, sostuvo que la innovación es un tema recurrente en el sector. "La pandemia ha puesto de manifiesto que estamos asistiendo a un cambio de paradigma en la visión de la asistencia sanitaria", puntualizó. Por ello, hay una necesidad imperiosa de introducir innovación en los sistemas organizativos. Hay, a su juicio, una inercia tremenda a mantener el status quo y se requiere liderazgo institucional, con autonomía y recursos suficientes para romper esa inercia negativa que no se ve. Hay que cambiar la manera de organizar de los hospitales, que "han de abrirse al exterior". A eso ayudará la tecnología, pero hay que evaluar la tecnología que se va a incorporar. Para él, el problema es organizativo, hay una capacidad funcional para atender a la demanda ocasionada por la pandemia y hay recursos poco aprovechados basados en la colaboración público-privada. Manuel Bosch, director de Innovación de Ribera Salud, apuntó que hay que hacer que la innovación se escalable. Se mostró de acuerdo en que hay que saber para qué es la innovación. Recordó que el sanitario es un sector tradicionalmente conservador, y eso "a veces nos impide innovar en formulaciones de contratación". La innovación lo que va a hacer es "repensar el modelo". Habrá nuevos ámbitos de atención, como lo que es el domicilio del paciente.
Ramon Maspons, director de la Agencia de Innovación, Evaluación y Calidad en Salud de la Consejería de Salud de Cataluña, remarcó que el problema está en la incorporación de la innovación. Empezamos en clave producto y acabamos en clave servicio. El modelo de reembolso ha de permitir avanzar hacia servicialización. La evaluación en base a la evidencia servirá para unos ámbitos, pero la evaluación en tiempo real hará que se trabaje de manera distinta, para que se pueda generar la evidencia. Joaquim Puig, Market Access y director de Public Affais en Menarini España, añadió que se está multidimensionando el concepto de la innovación. El objetivo común es la mejora de las condiciones de salud de nuestra sociedad, mientras que la línea roja es la preservación de nuestro sistema de Salud pública. Es nuestra "joya de la Corona". Están, según sus palabras, la innovación disruptiva, que se da en las grandes Big Data y en centros productivos fuera de nuestras fronteras, y la innovación incremental, con un fuerte arraigo en nuestro país. El 20% de la I+D en España se localiza en la industria farmacéutica.