Seis meses de la Ley 42/2010, de medidas sanitarias frente al tabaquismo
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Ante las restricciones generadas por la crisis, que pueden impedir la inclusión de las terapias antitabaco en la cartera de servicios, el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT) quiere impulsar la prevención y la deshabituación con el médico
Cumplidos los seis primeros meses desde la aprobación de la normativa, desde que la ministra Leire Pajín dijo aquello de "hoy hacemos historia", se celebraron ayer en Madrid unas jornadas conmemorativas en el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, organizadas por la Fundación Bamberg, en las que Francisco Rodríguez Lozano, presidente del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT), hizo referencia al convenio marco de la Organización Mundial de la Salud explicando que España lo cumple desde la entrada en vigor de la norma, aunque tiene todavía algunas cuentas pendientes en lo relacionado con la fiscalidad y la asistencia que se presta al fumador.
Según Rodríguez Lozano, "está comprobado que en países como el Reino Unido y Alemania, en los que el precio del tabaco duplica y triplica respectivamente al español, el acceso de los jóvenes a los cigarros es bastante más reducido". Además de subir los precios, "es necesario que aumentemos la formación que reciben los profesionales para adaptar la asistencia multidisciplinar a las necesidades que presente cada paciente".
Tal y como solicitó el Grupo Parlamentario Socialista el pasado mes de diciembre para mejorar la aplicación de la norma, "neumólogos, cardiólogos y especialmente los médicos de atención primaria, que están muy capacitados en nuestro país, deben asumir el protagonismo en la prevención del tabaquismo, en el aumento de la percepción del riesgo y en la deshabituación por parte de los pacientes".
Precisamente en lo que respecta al abandono del hábito, "es también importante que se intente favorecer la inclusión de los tratamientos en la cartera pública de servicios, como se hace desde hace algún tiempo en La Rioja y Navarra". No obstante, "es lógico que ante la crisis económica se apueste por invertir únicamente en lo más eficaz y se establezcan prioridades, siendo lo principal en este caso la formación", reconoció el presidente del CNPT.
Experiencia autonómica
Una muestra de la actividad que las comunidades autónomas están desarrollando para hacer frente al tabaco es el País Vasco, donde "la ley autonómica refrenda a la estatal" y se está desarrollando una estrategia "con la que estamos ordenando la oferta deslavazada de programas de deshabituación activa desde hace tiempo", explicó Jon Zuazagoitia, subdirector general de Salud Pública en la autonomía.Desde principios de año, "estamos trabajando para que en cada centro de salud de la autonomía un profesional atienda de forma individualizada los requerimientos de cada fumador", para lo cual "realizamos cursos de formación para nuestros sanitarios y creamos grupos de trabajo con los pacientes", todo "con la filosofía de asistir a los afectados con la mayor cercanía posible a sus domicilios y sin crear unidades específicas"
La jefa de la Unidad de Prevención y Control del Tabaquismo del Ministerio de Sanidad, Teresa Cepeda, ha insistido este lunes en que aumentar el precio del tabaco es "la medida más eficaz" para luchar contra el tabaquismo. Sin embargo, reconoce que la decisión de subir los impuestos sobre este producto depende del Ministerio de Economía.
En la Jornada de Debate organizada por la Fundación Bamberg, en colaboración con la compañía Pfizer, para evaluar los seis meses de aplicación de la reforma de la ley del tabaco, Cepeda ha recalcado que todos los agentes sanitarios están de acuerdo en que el precio del tabaco "tiene que ser muy alto" para reducir el tabaquismo.
Sin embargo, señala que España es "el país con los impuestos del tabaco más altos y no con los mayores precios". Por ello, deben ser los expertos de Economía quienes "evalúen la trascendencia de esta medida en el contexto económico del país", pues en lugar de reducir la demanda se podría conseguir eliminar competencia. "Ahí no nos podemos meter, aunque luchemos porque suban los precios", acota.
Considera "imposible" la erradicación total del tabaquismo, pero dice que la UE fija objetivos para que, de forma gradual, se reduzca su consumo, un contexto en el que nacen leyes antitabaco como la española. Asegura que Sanidad, en sus reuniones con las tabacaleras, las insta a la reconversión, pero esa decisión "está en su mano".
Sobre los cigarrillos electrónicos, Cepeda ha dicho que se trata de un asunto que "preocupa" a la UE, donde acaba de arrancar un debate que estudia modificar la directiva de los productos del tabaco en incluir en ella una disposición que prohíba su uso o advierta de cualquier tipo de daño que pueda generar al consumidor.
No obstante, ha puntualizado que no existe un vacío legal general, sino una falta de regulación específica en relación a estos productos, que están regulados dentro de las leyes de consumo.
Según dice, en estos momentos los expertos de Consumo están pidiendo a los productores de cigarrillos electrónicos las fichas toxicológicas de estos productos, que van acompañados sólo de folletos de propaganda. "Está resultando --dice-- una tarea difícil".El secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, ha destacado el "cumplimiento total" que se ha logrado de la actual ley del tabaco y que, a su juicio, "no se han cumplido" las expectativas que apuntaban a un aumento del paro por su entrada en vigor. Dice que el empleo "ha seguido creciendo", incluso más que el anterior.
Por su parte, el presidente de la Fundación Bamberg, Ignacio Para Rodríguez-Santana, ha señalado durante su intervención que resolver definitivamente el problema del tabaquismo pasa por poner a este producto "en el lugar donde le corresponde" y comenzar "a tratarlo como lo que es: una droga adictiva y perversa para la salud". "Sería necesario, por ejemplo, que el suministro del tabaco --también el tabaco de importación-- fuera sin marca, sin logos, colores, identificadores, eliminando su atractivo visual, y sólo expedido en sitios concretos, fuera de los lugares de ocio", apunta.
En todo caso, para Rodríguez-Santana, es "evidente la necesidad de realizar una reconversión de la industria tabaquera en España", para que agricultores, fabricantes, distribuidores y expendedores puedan "encontrar alternativas a su actividad que les resulten rentables". "Estamos en tiempos de crisis y la crisis del tabaco no puede hacerla más honda. Por ello, habría que estudiar un plan de reconversión", asevera, advirtiendo que también el Estado debe estudiar "planes de recaudación de impuestos alternativos". En la actualidad, los impuestos que se pagan en el tabaco representan entre el 78 y el 84 por ciento del precio total. La recaudación anual representa en torno a 10.000 millones de euros.
Para el portavoz del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT), Rodrigo Córdoba, abordar la reconversión de la industria del tabaco es también "una necesidad clara", ya que se van a acabar las subvenciones europeas a este producto y el tratamiento de las enfermedades del tabaco cuesta unos 15.000 millones de euros al año. .
Más información en http://www.fundacionbamberg.org/eventos/conferencias/conferencia-general-sobre-tabaquismo-cardiovascular-cancer-epoc-adiccion-0