La Fundación Bamberg presenta su nuevo libro FINANCIACION Y GESTIÓN DE LA PRESTACIÓN DE LA ASISTENCIA FARMACÉUTICA.

  • Inequidad total

    En su introducción, el presidente de la fundación convocante, Ignacio Para, afirmó que su entidad de pensamiento se sustenta en la sociedad civil privada y que, por tanto, no sufre ningún tipo de atadura o cortapisa a la hora de abordar las cuestiones más palpitantes de la salud y la Sanidad.

    En ese segundo terreno, celebró que el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS) esté dando signos positivos de convertirse en un verdadero instrumento de coordinación sanitaria y no tanto un mero foro para las declaraciones políticas.

    En relación con el libro, consideró que ayuda a conocer por qué las comisiones autonómicas y hospitalarias funcionan como barreras contra la innovación. De forma que colaboran con la inequidad imperante en España, para el acceso a los nuevos medicamentos, además de explicar las grandes desigualdades territoriales existentes en el país.

    Como fenómenos a destacar, el presidente citó el trasvase de la dispensación comunitaria a los servicios hospitalarios de Farmacia, así como los visados de inspección. Por lo que especuló con el papel que le debe corresponder al farmacéutico para lograr una mayor equidad de acceso, junto a otras posibles figuras que existen en otros países, como la del enfermero de Farmacia.

    Ignacio Para situó el nuevo libro dentro de la bliblioteca de la Fundación, que ya incluye títulos dedicados a la atención en cáncer y la sostenibilidad del sistema sanitario, entre otras temáticas de absoluta vigencia.

    Despolitizar la sanidad

    En relación con las posibles recetas necesarias para salvaguardar el SNS, Para señaló la necesidad de superar el modelo competencial autonómico, lograr una mayor coordinación desde el Ministerio de Sanidad y reducir la variabilidad presupuetaria, que llega al 25 y el 40 por ciento entre las distintas comunidades autónomas.

    A lo que añadió la urgencia de extender el modelo madrileño de libre elección de médicos y centros sanitarios a todo el territorio nacional, con mayores cotas de transparencia para fundamentar esa elección y con un conocimiento progresivo de los resultados en salud.

    Para hizo una última reclamación, para que se produzca una efectiva despolitización de la sanidad, como defiende el senador socialista José Martínez Olmos, y que el dinero del presupuesto sanitario siga al paciente allí donde él decida, ya sea en un centro público o privado.

    Tras la recepción de Para, guió las intervenciones de los autores del libro el expresidente de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, el doctor Mario Mingo, quien tuvo palabras de elogio para todos los autores, incluida la colaboración de los senadores ausentes Jesús Aguirre y Martínez Olmos, además del exconsejero de Sanidad catalán, Boi Ruiz.

    Tarea de todos

    La directora de relaciones institucionales y acceso al mercado del Grupo Novartis, Concha Marzo, se mostró muy satisfecha con el libro, al ser resultado de las reflexiones del pasado foro que con el mismo nombre aconsejó su edición. Un trabajo que, en su opinión, recoge inquietudes de todos los agentes del sector y que también apunta soluciones factibles.

    También puso Marzo el libro como ejemplo del trabajo conjunto desde ópticas distintas pero unidas por la defensa de la innovación disruptiva que es capaz de mejorar la vida de las personas.

    Mencionó también la directiva el reconocimiento expresado recientemente por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) por el alto nivel de los ensayos clínicos que se realizan en España, cuarta potencia europea por su empuje industrial y su capacidad para trasladar la innovación a los pacientes, gracias al excelente trabajo de los profesionales sanitarios y los centros de investigación.

    Formación y sinergias

    Marzo aseveró igualmente que una mayor igualdad de acceso y unos mayores resultados en salud son una preocupación constante de los laboratorios, así como la formación continuada de los profesionales y directivos sanitarios. Por lo que hoy es más necesario que nunca encontrar zonas de colaboración que propicien mejores escenarios diagnósticos y de tratamiento, mediante sinergias que permitan optimizar los recursos disponibles en cada momento.

    Planificación ausente

    El exdirector general de Farmacia del Ministerio de Sanidad, el doctor Agustín Rivero, evocó su lustro de responsabilidades ministeriales como una etapa apasionante de su vida, aunque dura. Tras cinco años vertiginosos, reconoció que no sólo los precios de los medicamentos le quitaron el sueño, sino también el intenso debate sobre el aseguramiento, como responsable también que fue de la cartera básica de los servicios del SNS.

    Ya liberado del corsé institucional, el médico y también enfermero confesó que España no es capaz de planificar el futuro de los medicamentos. Algo que mejoraría, en su opinión, si las compañías farmacéuticas expusieran con claridad sus mejores propuestas innovadoras y no como si todos sus nuevos fármacos tuvieran el mismo valor.

    No obstante, Agustín Rivero apuntó en su haber como director general la mejora en el funcionamiento de la Comisión Interministerial de Precios de Medicamentos y el el innovómetro que ya se usa en las autonomías. Avances que, según sus palabras, no resuelven el problema de la ausencia de planificación. Como tampoco ayudaron en su etapa, tal como recordó, la falta de ayuda de las sociedades científicas para elegir medicamentos que desfinanciar. Al contrario de lo ocurrido en Estados Unidos, donde fue posible quitar de la lista de financiación a 25 medicamentos desfasados sin que pasara nada.

    Falta de lealtad institucional

    Tras la confidencia de que un director general solo hace “lo que le dejan hacer”, Rivero consideró que su función también es conseguir los mejores medicamentos al mejor precio para los pacientes. Algo realmente difícil, según afirmó, porque el Ministerio tiene que tomar muchas decisiones a ciegas. Por eso lamentó la falta de lealtad institucional de algunas autonomías, al no facilitar información. Como ejemplo de ello, puso las dos comunidades autónomas que todavía no envían sus datos sobre hepatitis C.

    Finalmente, y también desde su experiencia gerencial en hospitales, Rivero señaló la financiación insuficiente como un rasgo característico de la Sanidad, ya que el equilibrio entre innovación y sostenibilidad siempre es precario. Lo que no le impidió celebrar que su etapa favoreciera la vacunación, el desarrollo de centros de referencia, que los peores tumores de mama hayan pasado de supervivencias de seis meses a cinco años y que se haya liberado a 90.000 personas de su carga viral del virus de la hepatitis C. E, incluso, consideró acertado haber contribuido a que la industria farmacéutica sea más consciente de la necesidad de hacer más accesible la innovación.

    Cultura de los efectos y no la producción

    El director de planificación y proyectos del Grupo Ribera Salud, Mariano Guerrero, previno sobre la fascinación que causa la tecnología en Medicina, sin que mucha gente sepa que se podría prescindir del 62 por ciento de las exploraciones. En esa línea crítica, también afirmó que el 60 por ciento de las intervenciones sanitarias están mal enfocadas porque atienden al principio de actividad y no al de la búsqueda de resultados. De forma que el 27 por ciento de los ingresos hospitalarios podrían ser evitables, al tiempo que las guías y protocolos procuran a los profesionales zonas de confort en las que se realizan actividades de manera innecesaria e irreflexiva.

    Para la industria farmacéutica también hubo críticas, porque el ponente afirmó como que muchas de las indicaciones de los fármacos son dudosas, que se hace un abuso de los antibióticos,  incluidos los de última generación, y que los precios de los medicamentos a veces son incalcanzables hasta para los países más desarrollados.

    Automedicados y no adherentes

    Guerrero, que se mostró partidario de ajustar cada recurso a cada necesidad, también reprochó el comportamiento de muchos pacientes y profesionales. Personas que ponen en riesgo un excelente SNS y el 40 por ciento del presupuesto nacional destinado a él, ya que la tercera parte de las urgencias se debe a incumplimientos terapéuticos, el 18 por ciento de la población se automedica, el 48 por ciento toma antigripales y más del 40 por ciento se administra antibióticos sin prescripción, con lo que agranda un grave problema de salud pública. Ello se une al hecho de que uno de cada dos pacientes crónicos no se toma su medicación, en un porcentaje que llega al 70 por ciento en las patologías de Salud Mental y en un país donde los estantes de los abuelos están llenos de medicinas sin usar.

    Al pie del cañón

    El responsable de relaciones de Farmaindustria con las comunidades autónomas, José Ramón Luis-Yagüe, reiteró el compromiso del sector con la salud de las personas, no sólo como mero proveedor de medicamentos, sino también como socio responsable para la mejora del SNS.

    En ese afán, el directivo citó los 1.080 millones de euros dedicados a innovación en España durante 2016, dentro de su contribución a un sistema investigador tan robusto como el español.

    No rehuyó Luis-Yagüe los comentarios de Mariano Guerrero, y para ello recordó el plan de adherencia a los tratamientos impulsado desde la patronal del medicamento innovador. Para lograr entre todos que los medicamentos sean utilizados bajo prescripción y no acaben arrinconados en los hogares o depositados en los puntos SIGRE de las oficinas de Farmacia. También evocó el directivo el Programa +i de colaboración con las comunidades autónomas, durante el periodo 2010 y 2015, que cristalizó en 89 proyectos pioneros de investigación.

    Colaboración compartida

    El sector privado también estuvo representado por el presidente del Grupo Ribera Salud, Alberto Rosa. Su primera reflexión fue para alegrarse por poder participar en un nuevo entorno para el debate y la discusión reposada en Sanidad.

    En el día de San Alberto Magno, patrono de los profesionales sanitarios y la experimentación clínica, Rosa repasó los conceptos clave enunciados por los ponentes durante la presentación del libro. Entre ellos citó la formación, la financiación, la innovación, la investigación, las sinergias, la planificación farmacéutica, la equidad, los resultados en salud, la humanización y el creciente protagonismo del paciente. Casi nada, en su opinión.

    De igual forma, el presidente del grupo empresarial que alumbró el Modelo Alzira, ratificó que cualquiera que viaje por el mundo sabe que España tiene una prestación farmacéutica extraordinaria. Un tesoro que es necesario cuidar y engrandecer, con la ayuda de todos los sectores y agentes implicados, por el bien de las generaciones futuras. Ya que, en su opinión, los retos globales de la Sanidad no se solucionan simplemente con inyectar más dinero, sino mediante el acuerdo entre todos.

    También los pacientes

    La representante de pacientes Esther Sabando Rodríguez defendió que la equidad exige compartir una misma base prescriptora para todos los ciudadanos y que esto es harto difícil cuando hay 17 sistemas sanitarios a veces inconexos. Por eso se sumó al senador socialista José Martínez Olmos cuando afirma que es urgente despolitizar la Sanidad y alcanzar un pacto de Estado por la Salud.

    Acompañó a Sabando el doctor Álvaro Lavandeira, quien citó dos sentencias del Tribunal Supremo que fallaron a favor de los derechos asistenciales en función de los avances terapéuticos y tecnológicos disponibles en cada momento, de forma que se consagró el concepto de mínimo vital para cada ciudadano. Un derecho que requiere una gran inversión por parte del Estado. Siempre con el objetivo de no frustrar las posibilidades humanas y sociales de las personas.

    La representante de pacientes Esther Sabando Rodríguez defendió que la equidad exige compartir una misma base prescriptora para todos los ciudadanos y que esto es harto difícil cuando hay 17 sistemas sanitarios a veces inconexos. Por eso se sumó al senador socialista José Martínez Olmos cuando afirma que es urgente despolitizar la Sanidad y alcanzar un pacto de Estado por la Salud.

    Acompañó a Sabando el doctor Álvaro Lavandeira, quien citó dos sentencias del Tribunal Supremo que fallaron a favor de los derechos asistenciales en función de los avances terapéuticos y tecnológicos disponibles en cada momento, de forma que se consagró el concepto de mínimo vital para cada ciudadano. Un derecho que requiere una gran inversión por parte del Estado. Siempre con el objetivo de no frustrar las posibilidades humanas y sociales de las personas.

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