Encuentro de la Fundación Bamberg con el Consejero de Salud de Cataluña en la Real Academia Nacional de Medicina

  • Fuente: Acta Sanitaria - Sábado, 16 Noviembre, 2013

    La conferencia del consejero de Salud de la Generalidad de Cataluña, Boi Ruiz, "Los retos de la Atención Médica y Sanitaria de hoy para mañana", novedosa en muchos aspectos y siempre interesante, fue superada por la intervención que hizo, tras escuchar el coloquio que siguió a su disertación. Entre las consideraciones realizadas hay que destacar la proclamación de que no se puede bajar más el gasto sanitario en este país.

    El acto tuvo como marco la Real Academia Nacional de Medicina y contó con el patrocinio de la aseguradora ASISA y del Grupo IMO (Instituto Madrileño de Oncología).

    El consejero catalán especificó a continuación que le tocó bajar los salarios de los profesionales y el gasto farmacéutico, así como el no hacer inversiones, en pro de quitar costes. A 5.000 millones de euros elevó la deuda de la sanidad catalana, que se extenderá hasta el año 2032, y cuyos intereses ascienden a 6 millones diarios; por ello incidió en que esa son las medidas que tuvo que adoptar para no quitar prestaciones a los ciudadanos. Boi Ruiz afirmó contundente que "los intereses de la deuda la estamos pagando los ciudadanos con lo que se nos han quitado del sueldo"; si bien también reconoció la reducción de los márgenes de las empresas proveedoras y el impacto habido en el aumento de las listas de espera.

    Un sistema en permanente estado de reforma

    Boi Ruiz urgió a emprender las reformas porque aunque tenemos tiempo, no nos queda mucho más tiempo y animó a sus colegas políticos a explicar bien la realidad a la ciudadanía, puesto "que vamos más a la confrontación en lugar de hacer pedagogía". Recomendó, además, no culpabilizar. La conferencia la había iniciado hablando del eterno debate que existió siempre sobre nuestro modelo sanitario, "de tradición británica y siempre en estado de reforma; una reforma que siempre se olvida porque el dinero siempre llega a tiempo".

    Afirmó que nuestro sistema nunca llegó a tener rango de política de Estado. Hizo referencia a un informe de los 90, concretamente refiriéndose al Informe Abril de 1991, o al menos así lo interpretó el ex ministro de Sanidad e impulsor del mismo, Julián García Vargas, que asistía a la conferencia del consejero de Salud catalán. Recordó aquel intento de reforma sanitaria, que venía a salvaguardar la pervivencia de un sistema, del dijo que está "más próximo a un sistema de seguridad social que a un sistema nacional de salud", tras lo que lamentó que finalmente pasara al olvido. Precisamente señaló a ese carácter asegurador como el causante de las disfunciones que hacen olvidar la finalidad con que se abordó la reforma. Por ello invitó a distinguir entre lo que son políticas de salud y lo que es hacer política con la salud, creadora de "conflictos de intereses".

    Mencionó como un paréntesis en el que sí se abordó el problema a la Ley de Salud Pública, aunque después no tuvo un desarrollo profundo, observó.

    Las resistencias al cambio y los perjuicios futuros

    El consejero catalán, centrándose en el presente, hizo referencia al momento de dificultades que vivimos y a las grandes resistencias que se presentan ante el cambio; "unas resistencias que están creando problemas sobre el futuro". Ante las carencias económicas, propuso que todas las políticas han de responder a las necesidades de los ciudadanos, "desde un punto de vista del ciudadano contribuyente y del ciudadano enfermo, que es el que más lo utiliza; y del profesional clínico". Y afirmó que ninguna política puede alcanzar resultados satisfactorios sin dan respuesta a estas premisas. Invitó a dejar de lado el debate sobre el modelo a seguir y a centrarse en cuáles son las políticas sanitarias necesarias para el siglo XXI y se refirió a que estábamos viviendo dos crisis, la económica y la del modelo asistencial, puesto que aunque el patrón ha cambiado seguimos unidos al patrón anterior, sin tener en cuenta los cambios demográficos y tecnológicos. Y consideró que el sistema genera tanto conocimiento como para poder impulsar políticas orientativas que propicien una reforma social desde el punto de vista de la salud.

    La salud es lo primero

    Sorprendió a la audiencia haciéndole recordar aquella copla que decía tres cosas hay en la vida: "salud, dinero y amor", para proclamar que la salud es el primer bien a defender, si bien no tarareó la melodía. Cuatro fueron los factores que insistió condicionan nuestra salud y que según la exposición del consejero son: la genética, que aunque un condicionantes absoluto, no es un derecho; el entorno en que vivimos; los hábitos que seguimos y el sistema sanitario de que disponemos. En este punto se detuvo para incidir en la importancia de recuperar la capacidad económica de nuestros profesionales, si bien matizó que no se puede ni se debe seguir con el gasto que tenemos ahora y se apresuró a decir que "debemos gastar al servicio de políticas sanitarias en las que se les rindan cuentas a los ciudadanos".

    La necesidad de reenfocar los servicios

    Luis Mayero, Enrique de Porres y José Ignacio Echaniz

    Boi Ruiz recomendó una política proactiva en salud y animó a reenfocar muchos servicios, ya que de los que se trata es de prestar un buen servicio y no de acumular muchos servicios, a veces poco eficaces. En este sentido abundó en los necesarios cambios que ha de experimentar la formación del médico del siglo XXI y propuso actuar "en plan reactivo". Habló de la incidencia de los factores genómicos y la medicina bionuclear, que unidos a la informática, vienen a cambiar la práctica de la medicina y valoró que la incidencia de esas políticas debe estar en propiciar la investigación. Y, al referirse a Cataluña, reconoció estar llevando a cabo fuertes ajustes económicos y anunció la elaboración de un plan estratégico basado en la racionalidad y que ha sido inspirado en el Plan de Salud Pública de la OMS.

     

     

    Medir como la economía afecta a la salud

    Tras reseñar que casi todas las políticas inciden en el bienestar del ciudadano, el consejero señaló al paro como el mayor problema para la salud; es por esto que avanzó que van a crear un Observatorio de la Salud que pueda medir científicamente como el curso de la economía incide en la misma. En este aspecto puso las luces largas, como en los demás temas, para tratar de influir en el mañana. Criticó el tremendo debate que se produce cada año para aprobar los presupuestos, pero que después no haya otro debate para saber en qué se ha gastado ese presupuesto; un presupuesto, añadiría posteriormente, "orientado a administrar el gasto pero no a gestionarlo".

    Otros aspectos señalados como negativos por el consejero es el enfoque del Estado basado en la milicia que introdujo José Bonaparte en nuestro país y que tiene un enfoque piramidal que ha sido trasladad al sistema sanitario y a nuestra seguridad social; a ello achacó la estructura rígida de nuestro sistema organizativo y que "plantea problemas a las reformas que se han de emprender" y que señaló como uno de sus grandes problemas a la hora de gestionar.

    Adaptar el sistema a las personas

    En cuanto a propuestas que mejorarían sensiblemente la situación, Boi Ruiz expuso la orientación de los servicios hacia el autocuidado y la prevención, así como hacer un plan enfocado al paciente crónico. Y añadió que hablando en rigor se trataría de adaptar el sistema a las personas. Habló de la telemedicina, de la asistencia en casa y de la concentración de medios, rechazando como una falacia la política de proximidad, cuando lo importante es que el paciente tenga un tratamiento adecuado, aunque no esté tan cerca de casa. Se mostró acorde con la posibilidad de que el sector público introduzca la autonomía de gestión, mediante la que se pueda elegir a las personas más idóneas para trabajar y en la que haya una rendición de cuentas a la administración pública. Y tras explicar detalladamente las peculiaridades del sistema catalán de salud acabó con la quevedesca frase que dice: "El hoy es ayer; el futuro no ha llegado", tan ad hoc con su ponencia.