Encuentro con el Ministro de Sanidad Alfonso Alonso en la Real Academia Nacional de Medicina
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Luis Ximénez — Madrid 30 jun, 2015 - 11:41 am
En un acto organizado por la Fundación Bamberg, con apoyo de Pfizer, el actual ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, ha dictado una conferencia sobre el futuro de la Salud, anunciando que durante lo que queda de 2015 promoverá un gran pacto Administración-Pacientes.
E presidente de la Fundación Bamberg, Ignacio Para, recordó la frase escuchada con anterioridad al ministro por la que dijo que “lo que no se pone en valor, se pone en riesgo”, y le felicitó por haberla utilizado como inspiración de su acción política para dinamizar la Sanidad. Le pidió que siga en ese afán, deshaciendo falsedades, promoviendo la transparencia, pensando en la adecuada retribución de los profesionales e incrementando la libertad de movimiento de los pacientes por todo el territorio español. En ese sentido, sugirió que cada paciente se mueva sin barreras, por las distintas CCAA, y que el dinero público le siga para garantizar la equidad de la prestación sanitaria.
Magna representatividad
Ignacio Para.
Acompañaron al ministro, el secretario general de Sanidad y Consumo, Rubén Moreno (que llegó al final), y el director general de Ordenación Profesional del MSSSI, Carlos Jesús Moreno Sánchez (que estuvo desde el principio). Como alta magistratura se contó con el presidente del Consejo de Estado, José Manuel Romay Beccaría, quien finalmente no pudo asistir. De la esfera farmacéutica asistieron dos de sus presidentes más significativos: Jesús Aguilar (CGCOF) y Luis González (COFM), así como responsables de la Distribución farmacéutica (Alliance Healthcare). El sector farmacéutico también estuvo ampliamente representado por los laboratorios Pfizer (patrocinador), MSD, Novartis, Kern, Laboratorios Rovi, Roche, Bayer, AstraZeneca, Zambón y Abbvie, entre otras compañías, además del director general de la patronal del génerico (AESEG). También acudieron representantes del mundo hospitalario (Puerta de Hierro, Torrejón, Fuenlabrada, Ribera Salud), la Consultoría (Pwc) y la tecnología sanitaria (Atos, Fujitsu,…).
Alonso, en su estilo
Alfonso Alonso.
El presidente de la Real Academia Nacional de Medicina (RANM), doctor Joaquín Poch Broto, dio la palabra al ministro, escoltado por el vicepresidente de la regia institución (Manuel Escudero Fernández) y su secretario general (Luis P Rodríguez Rodríguez). Alonso subió a la tribuna y se dirigió a los presentes en su estilo habitual, entre ufano y deportivo. Tal como hizo en recientes intervenciones públicas, repasó las grandes cifras del sector de la Salud, sin olvidar los 16.000 millones de déficit sanitario que se encontró el presidente Rajoy al comienzo de la legislatura, dato siempre discutido por José Martínez Olmos (PSOE). También mencionó los 70.000 millones que se cayeron de las cuentas públicas por efecto de la crisis y los 500-700 días que se tardaba, hace tres años y medio, en pagar a los proveedores. A continuación, y sabiendo que estaba entre médicos, continuó su charla evocando los puntos más destacados de la crisis de la Hepatitis C. Para hacer frente a la misma, recién llegado al Ministerio, Alonso aseguró que tuvo que tirar de su mejor actitud para ver los problemas (paciente de VHC encerrados en hospitales, nuevos fármacos a precios astronómicos,…) como oportunidades. Así, celebró la llegada de esos medicamentos capaces de curar la temida Hepatitis C, para lo que hubo que recurrir a una ingeniosa financiación a cinco años y al criterio de expertos como el doctor Rodés. Entonces empezó, según sus palabras, el gran reto de facilitar los nuevos tratamientos a 52.000 pacientes con fibrosis con un techo de gasto de 727 millones de euros, aceptado finalmente por las farmacéuticas.
Lealtad en el Interterritorial y mimos a los profesionales sanitarios
Alonso elogió también largamente el papel de los profesionales del SNS, calificándoles de ser el mejor activo de la Sanidad. En ese sentido, hizo referencia a los pactos con los profesionales, suscritos en el Palacio de la Moncloa por el presidente del Gobierno en el verano de 2013, y se mostró partidario de abrir generosamente el concepto de gestión clínica, dando cierta responsabilidad a los médicos; a la vez que se incentivan sus logros para que no se pierda el talento de los recursos humanos del Sistema Sanitario. Así, lamentó que, por ejemplo en Andalucia, haya facultativos a jornadas parciales y otros necesitados de encadenar contratos semanales.
A los que también reconoció el derecho a tener un mayor protagonismo en la Sanidad fue a los pacientes, para los que anunció un gran pacto este mismo año (2015). Pasando al terreno de la equidad y la cohesión del SNS, el ministro destacó el uso inteligente de los centros de referencia y el papel que debe jugar el Consejo Interterritorial del SNS (CISNS). Lamentó, sin embargo, que sus acuerdos se puedan vulnerar por comunidades autónomas que inicialmente dan su voto positivo en los plenos. Se dolió, por tanto, de que el CISNS no pueda “garantizar la lealtad” de todos los miembros del consejo.
Recuperar el Carlos III y reflexionar sobre el aborto
El ministro Alonso de Sanidad en la RANM.
Alonso tuvo que replicar al fuego cruzado que le hicieron distintos académicos desde sus butacas. Así contestó con gran habilidad a cada uno por su nombre (Díaz Rubio, Pedro Sánchez García, Jiménez Collado,…), con más o menos fortuna en sus respuestas. Sobre el Instituto de Salud Carlos III, aseguró que está trabajando para que caiga definitivamente en la órbita del Ministerio de Sanidad. Sobre las universidades privadas de Medicina, que brotan como setas, alertó del peligro de que pueden ser la causa de una peor formación de los médicos del futuro SNS. Y, finalmente, del aborto, que uno de los académicos calificó de “genocidio”, explicó que es realmente doloroso que cada año aborten 100.000 mujeres sin que parezca haber un plan destinado a evitarlo, con programas de asistencia a estas personas.
Cerró el acto el presidente Poch, llamando a todos a la movilización general para ganar la carrera por la revolución biotecnológica.