La sanidad del futuro exigirá responsabilidades al paciente
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10Nov | 2010
IESE - Encuentro del sector sanitario
4 de noviembre de 2010
El profesor del IESE Alfredo Pastor, ex secretario de Estado de Economía, señaló que el gasto en salud en muchos países se ha incrementado constantemente, con mayor rapidez que el Producto Interior Bruto. Hasta ahora, los países industrializados han sido los principales consumidores de atención sanitaria, pero esta situación cambiará progresivamente, pues ya hay nuevos mercados en crecimiento. Así lo aseguró en el Encuentro del sector sanitario, "El sector sanitario en 2020", que reunió los días 3 y 4 de noviembre a empresarios y directivos europeos en la sede del IESE en Barcelona.
Pastor señaló que existen dos cambios relacionados con la demografía: el crecimiento y el envejecimiento de la población. En los países desarrollados el crecimiento no es un problema, pero sí el envejecimiento: la edad de la población dobla a la media de los países en vías de desarrollo. En Japón la media de edad es de 42 años y en Alemania no se diferencia demasiado. Mientras que en Niger la edad media de la población es de 15 años.
"El gasto en salud es un asunto mucho más complicado que las pensiones, que es solamente un problema de dinero", comentó. La mayor parte del gasto sanitario en los países de la OCDE, excepto Estados Unidos y Suiza, viene de los presupuestos de los estados. Nadie espera un crecimiento significativo en las economías industrializadas en los próximos años y los déficit se reducirán muy lentamente. Por tanto, para afrontar el rápido envejecimiento de la población, "algo debe cambiar", concluyó.
A raíz de esta cuestión, François Sarkozy, hermano menor del presidente de Francia y socio director de AEC Partners, comentó las diferencias de acceso a la asistencia sanitaria en los países de la Unión Europea y las diferencias proporcionales en el gasto público en salud. En Polonia la demanda insatisfecha de atención sanitaria es muy alta, mientras que en Dinamarca es la más baja de la Unión.
Según Sarkozy, las desigualdades de atención se originan en la dificultad de acceso a la información y en las desigualdades presupuestarias, cuestión clave para mejorar el acceso a la información. A menos médicos per capita, debemos aumentar las capacidades de enfermeros y farmacéuticos. Los pacientes también deben asumir más responsabilidades en el cuidado de su salud. No es cuestión sólo de cuánto gastamos en asistencia sanitaria sino de asegurar que los recursos se gestionan de forma eficiente.
En Europa ya no se debate acerca de los "costes" sino del "valor", explicó Sarkozy: debemos preguntarnos cuáles son los beneficios de invertir en salud y cómo se pueden medir estos beneficios. Muchas grandes compañías como Nestlé han comenzado a invertir en la salud de sus empleados. En el Reino Unido se pierden 30 millones de días laborables por enfermedades, con un coste de 10 mil millones de libras esterlinas al año. En Francia, país que invierte más en salud, el porcentaje de bajas por enfermedad es un 4 por ciento inferior a la media europea, aunque Sarkozy insistió en que la relación no está demostrada. La asistencia sanitaria no debería analizarse como un coste empresarial, sino como una inversión, señaló.
Un estudio realizado en Estados Unidos muestra que el 40 por ciento de las muertes prematuras se deben a problemas de comportamiento, apuntó Sarkozy. Y añadió que cada ciudadano europeo gasta el doble en alcohol y tabaco que en medicación, y que hay un valor limitado en medicar a personas que persisten en un estilo de vida poco saludable. Se necesita una filosofía de compartir riesgos, en la que los pacientes que no cumplan con los consejos de su doctor deben pagar más. Por el bien de los pacientes, debe haber una gran convergencia entre los diferentes actores de la industria sanitaria.