Asalto a la sede de Capio
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07Ene | 2013
Creo que es el momento de que las personas de buen juicio de los sindicatos y sociedades profesionales y de los sanitarios en general, comprendan la gran manipulación a la que están sometidos por parte de organizaciones de la extrema izquierda, hábil como siempre en la manipulación de las masas y de los más jóvenes.
Una cosa es reconocer que el personal sanitario ha estado sometido a dos rebajas en su salario, que se ha quedado sin paga de Navidad y que se acaban los turnos de tarde (todo esto por el hecho de ser funcionarios) y otra muy distinta es aceptar la sarta de mentiras propagadas por la extrema izquierda. Mentiras como que se va a privatizar la sanidad, que van a dejar morir a la gente, que matan al SNS, que los pacientes van a tener que pagar la asistencia y otras barbaridades más.
Desde la Fundación venimos propugnando por una mayor participación de los profesionales sanitarios en la elaboración de estrategias de mejora, en la gestión de la sanidad y su implicación y responsabilización en las políticas sanitarias y asistenciales. Y esto hay que ponerlo en valor antes las autoridades políticas de las diferentes Comunidades u yo creo que poco a poco esta calando. Pero una cosa es mostrar su descontento y otra es admitir la deriva que están tomando los acontecimientos.
Los profesionales que trabajan en la sanidad pública o privada, mediante gestión privada, son médicos, enfermeros, farmacéuticos, auxiliares, con una gran preparación; que trabajan con las últimas técnicas y tecnologías, que se identifican con su hospital y sus proyectos de mejora continua... Y que no son funcionarios. Y sé que están orgullosos de ello. Son profesionales. Y sé que a muchos profesionales funcionarios les gustaría dejar de serlo pues esa condición les limita. Por lo menos a los buenos profesionales.
Así que, queridos médicos, enfermeras, recapaciten, seguro que hay otros procedimientos para resolver el problema y me consta que el Consejero de Sanidad de Madrid tiene abiertas las puertas para el diálogo y la negociación. ¿O quieren unirse a los que no respetan la ley ni las personas ni los bienes ajenos públicos o privados?