Accesibilidad y Equidad en la Innovación terapéutica
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20Mayo | 2015
Discurso pronunciado en la Real Academia Nacional de Medicina el 12 de mayo de 2015
Presidente de la Real Academia, Presidente de Novartis, Director General, queridos amigos:
Hoy presentamos un nuevo libro de la Fundación Bamberg. Un libro elaborado por 28 personalidades de las de mayor relevancia en el sector de la salud.
A lo largo de él tendrán la ocasión de informarse concienzudamente de qué es la innovación terapéutica y cuáles son los problemas de acceso a la misma por parte de los pacientes y los profesionales sanitarios y sobre el contexto económico, científico y social en que se desarrolla y se aplica la innovación en sanidad, fundamentalmente la innovación biofarmacológica.
Con su lectura podrán conocer cómo y por quiénes se aprueban los medicamentos, cómo y quienes realizan los informes oportunos, se decide su financiación pública y se gestiona su accesibilidad a los pacientes.
Podrán conocer las reivindicaciones de las Sociedades Científicas Médicas, de la industria farmacéutica y, en general, de la sociedad civil, que piden que se cuente con ellos a la hora de legislar. Que se les consulte mientas se está preparando las normas, antes de que se emita el decreto-ley o pase la proposición de ley al parlamento.
La introducción de Mario Mingo, médico cirujano y presidente de la Comisión de Sanidad del Congreso de Diputados, nos sumerge en el contexto general en el que se mueve la Sanidad, recogiendo uno por uno todos los temas candentes y planteando posibles soluciones o, al menos, exponiendo cuestiones que todos deberíamos plantearnos. No se la pierdan.
Igual sucede con la aportación de Julián García Vargas quien de forma contundente y en breves párrafos plantea grandes verdades sin recato alguno, haciéndonos regresar a la realidad.
Solo reconociendo los problemas reales seremos capaces de afrontar su solución.
Nuestro sistema de bienestar no será sostenible si nuestra economía y nuestro modelo político y social no son sostenibles. Ponemos en cuestión nuestra cultura y nuestro progreso económico y, sin embargo exigimos los bienes y servicios propios de un Estado de Bienestar.
Necesitamos que la economía, es decir, que la riqueza crezca y lo haga de manera sostenible en el tiempo para que este bienestar sea posible. Si no hay riqueza solo podremos repartir pobreza. Si no hay riqueza que lo sostenga, no se podrá seguir el ritmo y la calidad de los servicios sanitarios que la sociedad demanda.
La gente cree que el recorte de los gastos en el funcionamiento de nuestro sistema político es insuficiente y, aunque no sea un fuerte determinante, es necesario realizar este recorte antes que hacerlo en sanidad.
El sistema de financiación autonómico es ineficaz y su aplicación a la Sanidad por las Comunidades Autónomas es muy desigual provocando situaciones de inequidad entre los españoles. Pero también se considera que el sistema de financiación es insuficiente y el porcentaje del PIB destinado a la sanidad pública es de los más bajos de Europa.
Parece unánime la convicción de que la financiación en sanidad debería ser finalista y adaptarse cada año en función de la variación de la demografía en cada Comunidad Autónoma.
Si en la Ley General de Sanidad se preveía un único Sistema Nacional de Salud y 17 Servicios Autonómicos, lo cierto es que el SNS apenas se sostiene y sin embargo, han aparecido 17 Servicios Públicos de Salud. La centralización de todas las decisiones se ha exacerbado por los diferentes gobiernos regionales y los profesionales han sido desplazados de ellas.
En el Comité Consultivo del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud en están representantes de las empresas y sindicatos, pero sin embargo tampoco hay representantes de las Sociedades Científicas y Profesionales ni de las Asociaciones de Pacientes. El alejamiento de la sociedad civil por parte de la clase política es permanente.
La falta de equidad es sumamente manifiesta y así lo manifiestan las Sociedades Científicas Médicas como la Sociedad Española de Cardiología, SEC y la Sociedad Española de Oncología Médica, SEOM, ambas áreas en las que la innovación terapéutica es determinante y su rápida accesibilidad es vital para los pacientes.
Es interesante resaltar aquí que los profesionales participantes en el libro Ideas para la sostenibilidad de la atención al cáncer, editado por la Fundación Bamberg, resaltaban una y otra vez la falta de transparencia y de equidad en el acceso a los mejores tratamientos así como las dificultades de acceso a los nuevos medicamentos innovadores. Léanlo.
La inequidad no solo se produce en el acceso a los tratamientos farmacológicos sino también en el acceso a la innovación en tecnología sanitaria, y a las mejores organizaciones y profesionales.
Los criterios políticos y electoralistas que se han adoptado a la hora de determinar hospitales, su cartera de servicios y hospitales de referencia, han determinado que los recursos, el conocimiento y la calidad de la asistencia sanitaria sea muy desigual entre los centros y la falta de trasparencia y de libertad de elección por parte de los pacientes impide que éstos accedan a los mejores centros y especialistas para la atención de sus dolencias.
Hay un planteamiento que desde la SEC se realiza con mucho énfasis de innovación necesaria, que yo comparto, y que califican como disruptiva: se refiere a la información sobre resultados en salud.
La información sobre resultados provoca de manera necesaria la mejora de los resultados. Es lo mismo que pasa cuando se comparte la historia clínica, que mejora su calidad. Cuando sabemos que otros van a ver el resultado de lo que hacemos, nos esforzamos en tener más cuidado y hacerlo mucho mejor.
La trasparencia de la información sobre actividades, recursos y resultados en salud de las organizaciones y de los profesionales será un medio muy importante de mejora de la calidad y efectividad de sus actuaciones, pero también un importante medio para que tanto las autoridades sanitarias, los gestores sanitarios y los pacientes puedan tomar decisiones bien fundamentadas.
La proliferación de comités, agencias y comisiones evaluadoras a todos los niveles, así como la puesta en marcha de los sistemas de prescripción crean en los profesionales una gran inseguridad en relación a la accesibilidad a la innovación terapéutica y en los pacientes en cuanto al acceso a los mejores tratamientos.
De manera unánime por los clínicos se reclama una mayor presencia de éstos en las agencias y comités de evaluación donde la presencia extraprofesional parece mayoritaria.
Desde la Fundación Bamberg queremos dar las gracias a todos los autores de este libro, políticos, gestores y clínicos, por hacernos compartir sus conocimientos.
Finalmente quiero recomendarles también la lectura del último libro editado por la Fundación Bamberg Un nuevo Sistema Sanitario para España. La despolitización de la Sanidad con el que pretendemos hacer reflexionar a aquellos que tienen capacidad de decidir o inducir los cambios necesarios para salir de los dogmatismos, los prejuicios y extremismos ideológicos y entrar en un proceso de razonamiento común y sensatez de manera que consigamos que la sanidad de gestione por los profesionales, que los pacientes puedan decidir libremente y desde el conocimiento sobre su salud y donde consigamos alcanzar una población saludable, base imprescindible para conseguir la felicidad y el progreso económico y cultural, como sociedad y como individuo.