Las terapias avanzadas en España

  • 30
    Ene | 2011
    Angel Pueyo | Terapias avanzadas
    Las terapias avanzadas en España

     

     

    El 98 por ciento de las terapias avanzadas en España están promovidas por los propios hospitales

    Silvia C.Carpallo. EL MEDICO INTERACTIVO

    La jornada “Farmacia Hospitalaria ante las nuevas terapias avanzadas” realizada por el Instituto Roche, la Universidad Complutense de Madrid y el Hospital Universitario La Paz, aporta luz a los más de 3300 ensayos clínicos de terapia experimental con células madre realizados en todo el mundo. En España, la mayoría de las investigaciones se centran en ámbitos como la regeneración cardiaca, de piel y ósea, el tratamiento de la enfermedad de Crohn o las fístulas perianales, entre otros

    Las terapias avanzadas basadas en el estudio de células madre cada vez van ganando más terreno en el ámbito de la investigación y en la creación de nuevos medicamentos personalizados. Todo ello supone un reto para la medicina y una oportunidad tanto para el profesional médico como para el paciente, que muchas veces ve limitadas sus posibilidades de tratamiento. Actualmente existen más de 3300 ensayos clínicos de terapia experimental con células madre en todo el mundo, sobre todo en experiencias con células hematopoyéticas y su proyección génica, con tratamientos antólogos y alogénicos y con experiencias basadas en estudios clínicos con el cordón umbilical, que suman más de 250. Cada vez se realizan descubrimientos y avances de gran repercusión, como por ejemplo el de las células pluripotentes inducidas (células iPs), que no son si no células adultas que pueden ser reprogramadas para comportarse como células madre embrionarias.

    Todo ello ha empezado a suponer un cambio de paradigma en el trabajo no sólo de los médicos sino en los servicios de farmacia hospitalaria. Por ello, el Instituto Roche junto con el servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital Universitario La Paz, y el departamento de Microbiología de la facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, ha celebrado una jornada bajo el nombre de “La Farmacia Hospitalaria ante las nuevas terapias avanzadas”, como una iniciativa para incentivar la formación en este ámbito. “Las terapias avanzadas son medicamentos innovadores, de uso humano, basados en genes, células y tejidos, de una gran importancia por su potencial ante la cura de muchas enfermedades que hasta el momento carecían de tratamientos eficaces y seguros”, era la opinión que expresaba Jaime del Barrio, director general del Instituto Roche en la presentación de esta misma jornada. Junto a él, inauguraba el acto Patricia Flores, viceconsejera de asistencia sanitaria de la Comunidad de Madrid, que incidía en el apoyo de la Comunidad a este tipo de investigaciones ya que “su éxito será nuestra calidad de vida”.

    Terapias avanzadas en España

    Tras la intervención de diversos ponentes especializados en las terapias avanzadas, es evidente que, aunque España no sea de los países más avanzados, sí que ha realizado un importante esfuerzo en la investigación con las terapias de células madre. Desde el cambio legislativo realizado en terapias avanzadas por la Unión Europea en 2004, la Sanidad española ha creado diversos organismos encargados de promocionar y de regular estos avances, sobre todo a través de la Comisión Nacional de Seguimiento y Control de Donación y Utilización de células y tejidos humanos, que es la encargada de revisar todos los futuros ensayos clínicos. Según los datos que aportaba Natividad Calvente, jefa del área de financiación de investigación del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, en el año 2010 se habían otorgado subvenciones de 17 millones de euros y anticipos reembolsables de 54 millones de euros para la investigación en enfermedades raras, estudios epidemiológicos comparativos y terapias avanzadas, siento estas las más costosas para el sistema. Además cada vez son más los proyectos presentados, ya que si en 2007 se aprobaron 4, en 2010 se aprobaron 40 de los presentados en terapias avanzadas. “Los ensayos clínicos en terapias celulares y en terapias avanzadas en España están promovidas en un 98 por ciento por promotores no comerciales, es decir, por los propios hospitales”, citaba la representante del ministerio, para explicar la gran inversión que realiza la Sanidad pública en este aspecto frente a los laboratorios farmacéuticos. Así, algunos de los proyectos financiados se centraban en temas como la regeneración cardiaca, la incontinencia urinaria, la regeneración ósea de rodilla y huesos largos, el tratamiento de la enfermedad de Crohn, las fistulas perianales y vaginales, o regeneración de piel para quemados, entre otros.

    Más en concreto, existen importantes avances con terapia celular con células madre derivadas de la grasa de la que ya se han beneficiados numerosos pacientes. Destaca en este estudio el Hospital Universitario de La Paz, que lidera una línea de ensayos clínicos en la que participan más de 40 hospitales en 9 países europeos, seis de ellos de la Comunidad de Madrid (La Paz, 12 de Octubre, Gregorio Marañón, Puerta de Hierro, La Princesa, Clínico San Carlos y Ramón y Cajal) para tratar a pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal o enfermedad de Crohn, que sufren los efectos de las fístulas y afectan gravemente a su calidad de vida.

    La farmacia hospitalaria, desempeña por tanto una importante labor en su implicación en estos proyectos. Si el investigador de terapias avanzadas se enfrenta a problemas jurídicos, económicos y bioéticos, el personal de la farmacia hospitalaria también tiene sus propios retos. Así lo defendía dentro del marco de esta jornada, Luis González del Valle, adjunto del Servicio de Farmacia de La Paz. El experto ponía de manifiesto la complicación a la hora de familiarizarse con estos nuevos términos clínicos, la compleja valoración de los resultados en los ensayos clínicos, la dificultad de considerar los costes económicos de estas terapias alternativas y el reto de coordinar la recepción con la implantación en estas terapias de baja caducidad, así como a la hora de integrar los grupos de investigación. Su conclusión final era, en un primer lugar la necesidad de una mayor formación, y en segundo, que desde el servicio de Farmacia, era donde más se tenía que valorar la eficacia, la seguridad y el coste de estas terapias, y ya se podía prever que “estos tratamientos no serán baratos si algún día salen al mercado, y se habla poco de dinero”.